Mea culpa, mea culpa, mea máxima culpa

IMG_0525Ser mamá está de moda, así que, por suerte para mí, estoy de moda. Sin más trámites ni ulteriores comprobaciones gozo de la aceptación e incluso de la simpatía de bastantes personas: Conocidas (algunas, antes de la maternidad vivían ajenas a mi existencia) y también desconocidos varios.

No se crean que no me gusta la idea… En realidad estoy tan contenta como cuando descubrí que aún guardaba unos pantalones pata de elefante y con bolsillos altos en el armario. Muy «seventies». Más que los que ha sacado Amancio para la nueva temporada de Zara. Tanto que tardé medio minuto en ponérmelos y salir a la calle a lucirlos. Antes de que el Sr. Ortega volviera a copiar a Yves Sant Laurent con otros muy parecidos, y ya no pudiera dármelas de «trendsetter».

Lo que pasa es que como siempre, estar en la cresta de la ola; en el «candelabro» que diría nuestra querida Sofía Mazagatos, tiene su contrapunto. Es un poco trampa; no se vayan a creer.

Lo que «mola» así, a la sociedad en general, no son las mamás cualquiera, no. Son un tipo de mamá muy específico y, de hecho, androide.

En primer lugar, es determinante cuán cuantiosa sea tu descendencia. Efectivamente, en los perfiles de instagram se lee tan poco «mamá de 1» como «mamá de 7». Y es que el precio justo está entre tres y cinco. Si, sí; como lo oyen; no se me asusten.

¿Dónde ha quedado la tendencia evidente de tener dos que ha marcado los últimos treinta años? Pues ahí; precisamente en los denostados últimos treinta años. Los años de las madres como las nuestras, que nos envenenaban a base de biberones de fórmula (sí, nos daban fórmula las muy crueles), nos dejaban llorar en la cuna para dormir y nos trituraban la comida hasta que teníamos dientes (!pero qué insensatas!!).

Tener uno o dos hijos no te hace merecedora del respeto y la admiración que te reportan cuatro, ¿Dónde vas a parar?… Así que si este es su caso, tiene dos opciones: Póngase a procrear como una loca o ya puede currarse lo de obtener la máxima puntuación en el resto de requisitos para la conversión en «mummy cool».

Por otra parte, si tiene cuatro, relájese. Puede suspender en las demás áreas. Se le exime de tener que hornear pasteles o de ser experta en Montessori.

No se vaya a pasar con lo de traer seres al mundo. Si ha sobrevivido a cinco, sus comportamientos se van a examinar con lupa (ya puede gustarle hacer huertos ecológicos con sus pequeños…) y si pasa de este número, será inmediatamente desterrada del selecto grupo de las madres modernas para pasar al de las madres beatas inconscientes.

Si importante es el número, importante también es el género. ¿Una mamá con tres niños?… Buff… Enséñeme su carnet de la biblioteca municipal; o al menos que alguno de sus hijos (mejor si son los tres) sea rubito con pelo largo y, en definitiva, con un poco cara de niña. Si sus tres varones son morenetes, con poco pelo y más bien brutotes, lo siento; no molará tanto.

Totalmente prohibido ser una ama de casa «al uso» o tener una profesión que ocupe más del 30% de sus jornadas diarias.  Ni una cosa ni la otra.

Si Usted ha decidido quedarse en casa, y no hacer «nada más» (yo aún no he descubierto si el tiempo que una persona puede dedicarle a las labores del hogar es finito…, creo que no) ya puede empezar a ponerse de cara a la pared y a darse unos azotes. Vía libre a la culpabilidad. Claro; Usted no es una mujer productiva; está bastante anticuada; su espos@/compañer@/pareja en general se encarga de mantenerla; no podrá realizarse. Vamos, que está bastante lejos de molar… Pero no se preocupe en absoluto; yo le doy una solución cómoda y sencilla: Elija un espacio luminoso y bonito de su hogar (si no lo tiene, búsquelo en casa de una vecina) y haga una foto de su MAC (si tiene un pc de toda la vida, no nos vale; pida el MAC) trabajando con alguna aplicación de organización y planificación, en la que se pueda fijar en qué tarea va a emplear los siguientes 2.400 segundos, y súbala a instagram.

Debería también hacer muffins junto a sus hijos y restaurar algún mueble antiguo de casa.

Si Usted ha decidido no abandonar un status profesional que le costó tiempo, dinero, sudor y sangre, aún tiene la cosa más negra… Cójase unos clavos y un par de travesaños de madera porque lo suyo va a ser una crucifixión. Si sale de casa  a las 7:00 am y vuelve después de las 20:00 horas, la cosa tiene difícil apaño. Usted no será más que una trepa insensible no merecedora de su prole, por más que su trabajo tenga fines sociales o sea el único medio de proveer de ingresos a su familia.

Si trabaja una media de 25-30 horas semanales como es mi caso, tampoco se libra de las juergas que se montan en su cabeza los remordimientos. Por partida doble, además. En el trabajo no está al 100%. Mira impasible como se despiden, sin pedir disculpas, sus ambiciones de antaño. 

En casa tampoco. La primera vez que a su hija hubo que darle puntos de sutura !Usted estaba trabajando!!

En la reunión con sus socios está pensando en que ahora papá estará bañando a los pequeños, y cuando Usted baña a los pequeños, está pensando que aún no ha terminado el informe del asunto Nuñez.

Visto lo visto, o bien tiene un trabajo muy molón que le da de comer empleándole un máximo de 15 horas semanales, o bien Usted no tiene que trabajar porque dispone de otra fuente de ingresos, pero puede hacer lo de las fotos de su MAC y lo de los pasteles.

No «se vale» haber decidido que se puede vivir con 1.400 Euros al mes que gana su pareja. Para estar entre el matriarcado Vogue deben ganar más. De alguna manera tienen que comprar los buga boos; la trona Stock; la silla del coche Cybex Syrona; los electrodomésticos SMEG…

Por último pero no menos importante, debe Usted estar bastante buena. Tampoco es que tenga que tener unos abdominales de acero (de hecho mejor que no  los tenga, eso podría implicar que pasa demasiado tiempo haciendo deporte y por consiguiente no es Usted la madre completamente entregada al bienestar de sus hijos que debiera ) Pero debe ser sexy… «Estar para una vuelta» que diría mi hombre de los 70´ si le pregunta el primo Buby´s.

Esto es todo. Si cumple estos presupuestos será una mamá maravillosa. De lo contrario…

Bueno, de lo contrario seguramente será Usted la mejor madre que sus hijos puedan tener; será igual de buena como madre de lo que lo es como mujer y, ante todo será lo que haya querido o podido ser en esta vida. Auténtica, genuina, imperfecta, corriente y moliente; antihéroe. Y lo mejor de todo: No tendrá que dar explicaciones a nadie de cómo ni por qué.