Mi familia y yo

Aunque hace ya mucho tiempo que vengo pensando en esta idea de escribir un BLOG y, pese a que encuentro un montón de razones de consistencia emocional que me animan a ello, suelo toparme con otro puñado de razones de menos relevancia existencial pero de pura logística, que terminan por desalentarme completamente de esta encomienda.

Como suele ser costumbre en mí (esta persona que empiezo a tener bastante calada) visualizo el comienzo de mis proyectos con un entusiasmo inusitado y me invento fuegos artificiales y música de platillos para acompañarlo; empezaré el Blog cuando me quede embarazada; bueno, lo comenzaré cuando nazca mi hijo; mmm; está bien, mi proyecto de blog tiene que ver conmigo, con el paso del tiempo por mi cuerpo y por mi mente, así que lo mejor es que comience a escribir cuando cumpla los 30.

De lo primero hace ahora casi dos años, de lo segundo 14 meses y de lo tercero exactamente 14 días, así que al final comienzo el blog en un Miércoles por la tarde como otro cualquiera, mientras mi hijo duerme la siesta y mi abuela de 91 años de edad y que tengo sentada a mi lado, ya va por la quinta vez que me pregunta si he tapado bien a “la muchachica”. “La muchachica” es mi hijo que es varón y de momento no soy capaz de percibirle maneras, pero la Señora crió y parió únicamente a hijas que a su vez tuvieron hijas que tuvieron más hijas, así que a estas alturas no se hace a la idea de que su nieta pequeña se haya cargado el matriarcado.

Por qué lo escribo es bastante evidente; quiero que los Sponsors vengan a mí y me manden preciosas cajas llenas de regalos y unos louboutin por mi cumpleaños.

Y también porque hago terapia y me ahorro unos dineros. La información se me acumula en las conexiones neuronales y me atasca el pensamiento. Así descongestiono y organizo. Bueno, al menos descongestiono.

Voy a utilizar este blog para que mi pobre marido se sienta obligado a leer todos los pensamientos, sueños, anhelos, y demás ocurrencias que me someten a lo largo del día y que él simula escuchar en el encuentro cuerpo a cuerpo, con bastante más pena que gloria. El inocente está muy contento porque piensa que a partir de ahora lo voy a dejar en paz… Ja! Me río yo; ahora viene lo mejor; no sólo va a tener que atender a mis conflictos y elucubraciones, sino que tendrá que hacerlo LEYENDO!! (para ponernos en situación diré que el último Best Seller que recuerda es EL CÓDIGO DA VINCI).

También lo voy a utilizar para comprobar si sigo escribiendo en esa forma tan dramática y abrumadoramente intensa que me caracterizaba a los 15 y que me ha tenido sin coger una pluma otros 15… Si éste es el caso, no sufran, este blog tiene los días contados.

En fin, si alguien hay, aún, al otro lado de la pantalla (qué bien: Gracias) deseo que disfruten, y si no, siempre me quedará instalarme en la idea de que esto lo hago exclusivamente por y para mí… Lo valga o no!